sábado, 30 de octubre de 2010

Alzheimer


Recordar un momento, una situación, una cara… Parece demasiado fácil para alguien que no tiene que estar recordándose a sí mismo quien es. Observo una vez más mi rostro en el espejo, pero allí solamente veo a un imbécil mirándome con unos ojos excesivamente abiertos. ¿De verdad soy yo ese? Me cuesta aceptarlo, pero no me queda otra opción, porque no recuerdo nada. Mi mente está buscando algo, un recuerdo; triste o feliz, eso da igual, lo importante es saber algo de una vida que ni siquiera sé si la viví bien o mal.

Camino despacio, mirando todo con los ojos bien abiertos, la gente me para y me pregunta cosas de las que yo no tengo respuesta, los ignoro, tengo que buscar algo que me haga volver a recordar, que me diga quién y cómo soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creative Commons License
Lo que es mío, es mío