miércoles, 8 de septiembre de 2010

Historias de amor

Películas, libros, series... Casi todas narran un amor verdadero, que se supone que tiene sus dificultades, pero que al final siempre se solucionan. Que hermoso sería tener uno así en la realidad, un amor tan, tan verdadero que llorarías de felicidad... Pero, para que mentirnos. Disney nos hacía creer que eramos princesas de un príncipe azul que algún día vendría a pedir nuestra mano, montado en su bello corcel blanco. Uff, que bonito era soñar, sin darte cuenta de que nunca, nunca, nunca, nunca en la vida tendríamos eso, que nos quedaríamos con el corazón roto tras el primer amor fallido, que juraríamos no enamorarnos más, pero, al final, siempre nos acabamos enamorando del más imbécil, del inadecuado, porque el hombre perfecto (si es que existe) no vendrá a por una de nosotras, eso jamás... Desilusiones, sí, el amor está lleno de desilusiones, hasta que te acostumbras a ello, hasta que decides que tal vez este nuevo amor sea el definitivo; el acertado. Pero no, y otra vez vuelta la burra al carro.
Sí, yo también lloro con las películas de amor, y sí, alguno de mis novios también se ha reído de mi en ese momento, pero, no debemos esforzarnos en hacerles entender que el amor es un sentimiento tan puro, verdadero y hermoso que debemos llorar de felicidad cada vez que logramos verlo, aunque solo sean en las películas.

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