lunes, 27 de septiembre de 2010

Mi pequeña. I

Volví a echar una mirada al monitor de pulsaciones de mi hermana, su pulso se mantenía aunque los médicos no daban muchas esperanzas de que saliese de esta. Cuatro años llevábamos de idas y venidas al hospital, los ataques de corazón de mi hermana eran cada vez más frecuentes, su corazón no aguantaría mucho mas. Le acaricié la mejilla mientras mis ojos se empañaban de lágrimas, quería decirle tanto antes de que se fuese, como dicen algunos, “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes” . En la madrugada del día siguiente el monitor empezó a pitar descontroladamente, me desperté sobresaltada y corriendo me asomé al pasillo en busca de alguna enfermera o doctor.
Mientras la llevaban a reanimación le susurré por última vez TE QUIERO, después deje que los médicos hiciesen su trabajo. Minutos que me parecieron horas pasaron mientras yo no podía pararme quieta, unos pasos retumbaron por el pasillo, era el doctor y que solamente con una negación de su cabeza entendí que mi hermana pequeña aquella que yo protegía de todo había muerto. Sentí todo mi cuerpo encoger mientras caía al suelo entre gritos y lágrimas, mi pequeña, mi hermanita, tantos recuerdos recorrieron mi cabeza; la primera vez que la tuve en brazos, sus primeras palabras, sus primeros pasos, el primer cumpleaños y el último que pudo celebrar, su insistencia a que jugase con ella y como yo la decía que no…
Tantos momentos juntas que yo no supe valorar ni comprender, la iba a echar tanto de menos. Los médicos intentaron ayudarme en todo lo posible pero yo no podía reaccionar, no sé cuando me levante ni cuando me colocaron sobre aquella camilla.
Solamente supe que la echaría tanto de menos , mi pequeña niña de ojos verdes...

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